Antiguamente, así lo vivimos en nuestra infancia, los ramos se hacían en el atrio por los mayordomos, familiares, amigos y mozas. El sábado por la tarde, vispera del domingo de Ramos, se reunía medio pueblo en el portalillo del atrio para hacerlos. Toda una fiesta para los niños. Era tradición gastar alguna broma con los ramos: las mozas metían estacas entre las ramas de olivo, ramos que iban a parar a algún mozo. Eso sí, al cura le hacían un ramo especial con mucho laurel y mucho romero.
El domingo de Ramos los mayordomos daban los ramos a la gente a la entrada de la misa. Durante la ceremonia religiosa, el cura bendecía los ramos y se iniciaba una procesión alrededor de la iglesia.
El sábado de Resurrección por la noche se quemaban los ramos sobrantes. Aún recuerdo cómo se encendía ese fuego entrechocando 2 piedras de pedernal hasta que una chispa encendía la yesca. Estaba "prohibido" utilizar cerillas o mechero. Era un arte.
Hoy cada familia hace en su casa los ramos, se bendicen y se hace la procesión.
¿Qué uso se le da a los ramos bendecidos?: en ramitas o enteros, se ponen en puertas, ventanas, balcones, entradas a fincas...para que durante todo el año lo protejan contra todo mal.
Así es el ramo tradicional de Bogajo, modesto, ecológico, gratuito y fotos de algunos ramos colocados ya al día siguiente:
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