La primera foto la hizo Eduardo con el móvil cuando, como se puede ver, el molino estaba casi cubierto por el río. y en alguna de las otras, del 5 de mayo de este año, se ve la fuerza del agua al pasar a su lado.
Viendo dónde está situado, me surgen varias preguntas: ¿Cuántas horas tardarían en llegar allí desde el pueblo con el costal de trigo a lomos del burro? porque llegar con el carro sería muy complicado. ¿sería rentable ese molino? me respondo, si medimos la rentabilidad con los ojos de hoy, ni por asomo era rentable. ¿Cuánto tardaban en moler un costal de trigo? el molino era de una piedra ¿cómo se le ocurriría a alguien hacerlo en ese enclave? ¿Cómo subían los burros o los carros cargados aquellas cuestas, aquellos cimbros, de vuelta a Bogajo?, Definitivamente, esos bogajeños, antepasados nuestros, aprovechaban al máximo las posibilidades del terreno y, sin duda, no le tenían miedo al trabajo duro y su vara de medir el tiempo y la rentabilidad era diferente a la nuestra.
Un molino de Bogajo en el río Yeltes poco conocido: el molino de Caganchas.
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