Mañana del 31 de diciembre de 2015.
Bajando por la calle del Regato hacia la calle del
Prado, me llaman la atención en una pared unas pintadas. No me gusta ver esto
en Bogajo. Detrás de esa pared hay un corral: zarzas, maleza y plásticos y
botellas; la maleza es responsabilidad del dueño, pero los plásticos y demás,
no.
Enfrente está la fachada de la casa donde está ubicada
la peña Distrito 5, a la izquierda de la puerta hay un bidón cortado por la
mitad lleno de agua y en ella nadan unas latas de refresco. Tampoco me gusta
esto. A la derecha de la puerta está la entrada a una casa en ruinas: tejas,
piedras, maderas… y botellas de cristal y latas y botellas de plástico.
En Bogajo no hay “puto amo”, no nos gustan pintadas en
las paredes, no nos gustan latas ni
botellas ni plásticos que no deben estar ahí.
En Bogajo hay personas que viven en él todo el año y no
tienen por qué ver botellas, latas, plásticos…en la calle.
En Bogajo viven personas todo el año aguantando los
desperdicios que dejan a la vista algunos que sólo pasan en él unos días.
En Bogajo queremos tranquilidad. No gritos ni ruidos en
el sosiego de la noche.
He estado varias veces dentro de la peña Distrito 5 y
me han tratado muy bien; pero lo cortés no quita lo valiente, creo que no les resultará
tan costoso a los que realizan esos actos inciviles imitar a la mayoría de los
componentes de la peña que no los realizan. No sólo aludo a los componentes de
la peña Distrito 5, lo hago también a los de la otra peña que está al lado.
Se puede conciliar diversión y fiesta con civismo
y respeto.